viernes, 10 de junio de 2016

La Eurocopa más segura

Estado de emergencia. Francia se blinda. 77.000 policías y gendarmes, 10.000 militares e incluso 13.000 agentes de seguridad privada. La amenaza terrorista es alta. El yihadismo golpeó con fuerza, en dos ocasiones, París en el año 2015: en la redacción del semanario satírico Charlie Hebdo y con una cadena de atentados el pasado 13 de noviembre que incluyó como objetivo el estadio de Saint-Denis, donde les bleus jugaban un amistoso contra Inglaterra. La seguridad en las ‘fan-zones’ aparece como la principal preocupación.

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Simulacro policial en el exterior del estadio Pierre Mauroy de Lille.
Foto: Daily Sabah.
“La amenaza existe, y seguirá existiendo por un largo tiempo. Así que, hay que tomar todas las medidas para que la Eurocopa sea un éxito”. El primer ministro francés, François Hollande, ha reconocido el riesgo de atentados durante la Eurocopa.

Francia se ha blindado. La Eurocopa coincide en un momento de especial amenaza terrorista en el mundo occidental, sobre todo en Europa. Más que amenaza. ISIS había colocado, desde hace tiempo, a Francia en la diana. Cumplió las amenazas. También Al Qaeda.

El yihadismo golpeó en enero de 2015 contra el semanario satírico Charlie Hebdo por unas supuestas viñetas ofensivas de Mahoma. Los hermanos Chérif y Saïd Kouachi, miembros de Al Qaeda, asesinaron a doce personas kalashnikof en mano. Un cómplice de los Kouachi, Amedy Coulibaly, extendió el terror matando a una policía y a cuatro personas en un secuestro en una tienda judía de la capital parisina.

Francia, con notables tensiones internas sociales con sus minorías sociales (el fracaso de las ‘banlieus’), entraba en shock un año y medio antes de la Eurocopa. No se sentía segura.

ISIS trasladó un escenario de guerra a las calles de París el 13 de noviembre de 2015. Tres comandos, compuestos cada uno por tres terroristas, asesinaron a 130 civiles. Objetivos diversos: la sala de fiestas Bataclan, las terrazas de los restaurantes del Distrito X de París y las inmediaciones del Stade France de Saint-Denis, donde se disputaba un amistoso entre Francia e Inglaterra. Las explosiones de los cinturones bomba de los yihadistas retumbaron en el estadio.

Desde entonces, Francia vive, legalmente, en estado de emergencia, con el restablecimiento de los controles terrestres, aéreos y marítimos. Y, en palabras del presidente Hollande y el primer ministro Manuel Valls, en guerra.

Los recientes atentados de la vecina Bruselas, 32 muertos el pasado 22 de marzo, han avivado la amenaza. Y eso que días antes se detuvo al único sospechoso (Salah Abdeslam) de los tiroteos de París en noviembre que se había escapado.


La Eurocopa supone un reto de seguridad de primer nivel.

Mohammed Abrini, detenido tras los atentados de Bruselas (participó en el ataque al aeropuerto de Zaventem, aunque no activó su cinturón bomba), ha admitido a las policías belga y francesa que las células de París y Bruselas, estrechamente unidas, pensaban en la Eurocopa como objetivo de atentados.

Francia, que ha realizado una treintena de simulacros terroristas en las últimas semanas, ha preparado un despliegue sin precedentes: 77.000 policías y gendarmes, 10.000 militares e incluso 13.000 agentes de seguridad privada.

Los accesos a los diez estadios de la Eurocopa contarán con una vigilancia excepcional.

Pero preocupan más las ‘fan-zones’, los espacios al aire libre donde se reunirán los aficionados franceses y del resto de selecciones.

Solo en la ‘fan-zone’ de la Torre Eiffel de París se espera la presencia de 90.000 personas. Más de un millar de policías y 200 voluntarios, con el refuerzo de agentes de seguridad privada, velarán por la tranquilidad de los aficionados en un amplio espacio de 130.000 metros cuadrados. Un desafío. El prefecto de la Policía de París, Michel Cadet, llegó a plantear el cierre de la ‘fan-zone’ de París ante la complejidad de evitar un atentado.

La seguridad de las selecciones será también extrema. En el caso de la Roja, hospedada en la Isla de Ré, frente a La Rochelle, el despliegue policial incluye a miembros de la Gendarmerie local, los cuerpos especiales anterroristas franceses (GIGN) y la Policía Nacional y la Guardia Civil, con permiso para ir armados. La organización de la Eurocopa, además, ha decidido que los entrenamientos sean a puerta cerrada.

Simulacro de seguridad en la 'fan-zone' de Lyon.
Foto: AFP Photo.
Francia afronta con temor la Eurocopa.

La amenaza terrorista no ha conllevado la suspensión del torneo, pero ha afectado, indudablemente, a la Eurocopa.

“El problema es que simbólica y económicamente es imposible cancelar la celebración de la Eurocopa, así que tendremos que aguantar el tipo”, asumía recientemente Ives Trotignon, exanalista antiterrorista francés en la Dirección General de Seguridad Exterior.

Francia, que vive también un momento de gran convulsión en las calles por el rechazo a la reforma laboral de Hollande (con constantes manifestaciones y huelgas en los transportes que podrían afectar al torneo), confía en que el despliegue policial funcione.

Y que la Eurocopa sea solo una fiesta del fútbol.