viernes, 23 de noviembre de 2012

El canto del cisne de Hispania

La escudería española se enfrenta a una probable desaparición si no encuentra un comprador antes del próximo 2 de diciembre. Brasil puede ser la última carrera de un proyecto lastrado, en sus tres años de vida, por problemas económicos y técnicos.






Hispania, fin de un sueño.
La pugna por el título entre Sebastian Vettel y Fernando Alonso tapa una noticia dolorosa para el mundo del automovilismo español: el incierto futuro de la escudería HRT, al borde de la desaparición. Hispania no estará en la parrilla de la temporada 2013 salvo que encuentre un comprador antes del día 2 de diciembre. Thesan Capital, grupo inversor que rige los destinos de la escudería, no está en condiciones de abonar los 500.000 dólares necesarios para participar en el próximo campeonato. El equipo está en venta: 40 millones de euros. Y los compradores no aparecen. La única estructura española en la Fórmula Uno está en peligro.


El proyecto de Hispania no ha tenido un camino nada fácil. Su primer padre fue el expiloto Adrián Campos, con experiencia en la dirección de escuderías en la Fórmula 3 y en la GP2. La salida del Mundial de tres potentes constructores (Toyota, BMW y Honda) dejó a finales de 2009 al patrón de la Fórmula Uno, Bernie Ecclestone, con una amarga sensación, por lo que decidió abrir la entrada al gran circo del motor a nuevos equipos. Esa posibilidad la aprovechó Campos. Sin embargo, el proyecto de una escudería española pasó muy pronto a unas segundas manos, incluso antes de correr sobre la pista.

Bruno Senna, en Montecarlo.
Campos no tenía suficientes recursos económicos para entrar en la Fórmula Uno. Necesitaba inversores. Apareció entonces el constructor malagueño José Ramón Carabante, que se convirtió en el accionista mayoritario y bautizó al equipo con el nombre Hispania Racing Team. Hispania se presentó en el primer gran premio, en Bahréin, sin haber realizado la pretemporada, con motores Cosworth, un chasis Dallara anticuado y dos pilotos debutantes: el indio Karun Chandhok y el brasileño Bruno Senna, sobrino de Ayrton Senna. El sudamericano corrió casi todo el campeonato, menos en Silverstone. Hispania contó también en la segunda mitad del Mundial con el japonés Sakon Yamamoto y el austriaco Christian Klien, como relevos de Chandhok.

Pese a un tumultuoso ejercicio, Hispania eludió el último puesto del campeonato de constructores, superó a Virgin, con dos decimocuartos puestos del indio y otro del brasileño como mejores actuaciones. Sin embargo, la escudería cerró la temporada con un enfrentamiento con el Gobierno de la comunidad de Murcia, al que acusó de no pagar el patrocinio ‘Murcia not typical’ que aparecía en los monoplazas. Una sombra en un primer año esperanzador.
Liuzzi y Karthikeyan, en el Hispania 2011. 
Pero la temporada 2011 tampoco resultó tranquila. Arrancó con una frustración: Hispania se quedó sin los coches de Toyota, a los que aspiraba después de que la firma nipona no participara en la anterior campaña. En la pista, los pilotos (el italiano Vitantonio Liuzzi, el indio Narain Karthikeyan y el australiano Daniel Ricciardo) lucharon contra los Virgin, a los que derrotaron por segundo año consecutivo. Liuzzi cosechó el mejor resultado en la historia de Hispania: un decimotercer puesto en Canadá. Sin embargo, la inestabilidad empresarial maniataba al proyecto, que no conseguía mirar al futuro con un mínimo de seguridad para crecer.

En apenas año y medio de vida, Hispania conocía en julio de 2011 un tercer propietario: el fondo de inversiones Thesan Capital. Carabante, acosado por el Banco Popular, cedía el mando de la escudería, que cambió su nombre a HRT. Thesan apostó por reforzar la españolización del equipo. Así, incorporó al expiloto Luis Pérez Sala como hombre fuerte en la escudería, fichó al ingeniero español Toni Cuquerella y se estableció en Madrid.

De la Rosa conduce el Hispania 2012.
La historia de HRT, asentado en la Caja Mágica de la capital española, ha llegado, en cambio, a un punto de no retorno en noviembre de este año. Thesan no ha podido con las deudas contraídas por Carabante con Banco Popular. La primera medida ha sido un ERE de 32 empleados, casi la mitad de la plantilla del equipo. Y, la segunda, la puesta en venta de HRT, que ha contado como pilotos en esta temporada con el indio Narain Karthikeyan y el español Pedro Martínez de la Rosa. La mejor posición de HRT en este 2012 es un decimoquinto puesto de Karthikeyan, un triste punto y final a un proyecto que, salvo milagro, recorrerá sus últimos kilómetros en el circuito brasileño de Interlagos.