viernes, 19 de julio de 2013

Barcelona abre la era post-Phelps

El Mundial contará con la participación más numerosa de la historia: 2.293 deportistas procedentes de 181 países. Ryan Lochte, Yang Sun, Ye Shiwen, Katie Ledecky y Missy Franklin aspiran al trono vacante del ‘tiburón’ de Baltimore. El Moll de la Fusta estrenará los saltos de gran altura.

Mireia Belmonte, la 'sincro' y los equipos de waterpolo apuntan a medalla.

Agarrados a la 'sincro'.

Michael Phelps será el gran ausente en Barcelona.
El universo de la natación despidió en Londres a su Rey: Michael Phelps. El norteamericano se confirmó como gran estrella en los Mundiales de Barcelona de 2003. Entonces, con dieciocho años, ganó cuatro oros y dos platas. En 2001, en Fukuoka, se colgó su primera medalla, un oro en una de sus pruebas fetiche: los 200 mariposa. Inicios de una carrera gloriosa: dieciocho oros, dos platas y dos bronces repartidos en tres Juegos Olímpicos (Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012) y 26 oros, seis platas y un bronce seis mundiales. Un palmarés irrepetible. Sin duda, un antes y un después en la historia de la natación.

El Mundial de Barcelona 2013 inaugurará, de esta manera, este sábado y hasta el próximo 4 de agosto la era pos-Michael Phelps. El trono del Rey se encuentra vacío. Un total de 2.293 deportistas, 69 de ellos españoles, de 181 países aspiran al mismo. Barcelona acogerá los Mundiales de natación más multitudinarios de la historia. Por disciplinas, el mayor número de participantes será en natación, con 1.144, por delante del waterpolo (416), sincronizada (308), saltos (231), natación en aguas abiertas (173) y saltos de gran altura (21). Esta última es, precisamente, la gran novedad del Mundial.
El Moll de la Fusta de la Ciudad Condal acogerá, sin duda, las imágenes más espectaculares de la cita. Allí se ha ubicado una plataforma de lanzamiento para los grandes saltos. Para los hombres, se encuentra a 27 metros de altura. Para las mujeres, a 18 metros. Todo un desafío a la física y, sobre todo, a la condición humana. Los saltadores, que entran de pie al agua por cuestiones de seguridad, llegan a alcanzar velocidades de cien kilómetros por hora. Vuelos de tres segundos de duración plenos de potencia, elasticidad y belleza. Ningún español participará en esta primera edición en un Mundial.

A pesar de la espectacularidad de los grandes saltos, el Rey del Mundial llegará necesariamente del Palau Sant Jordi, que acogerá las pruebas de natación. Otro norteamericano, Ryan Lochte, es el gran candidato para recoger el testigo de Phelps, sobre cuya sombra ha labrado su carrera. No obstante, Lochte, por sí mismo, tiene capacidad para protagonizar unos Mundiales. A sus 28 años, está en plena forma y competirá con las pilas bien cargadas. “Quiero ganar muchas medallas en Barcelona”, ha avisado. Seis medallas es el objetivo. Mientras, dos norteamericanas se disputarán el trono femenino: Missy Franklin (cuatro oros y un bronce en Londres 2012) y Katie Ledecky.

La velocista holandesa Ranomi Kromowidjojo, oro olímpico en Londres
en los 50 y 100 metros libres y plata en el 4x100 metros libres. 
No faltarán en Barcelona otras estrellas de los pasados Juegos Olímpicos como los prodigiosos chinos Yang Sun y Ye Shiwen y los velocistas Ranomi Kromowidjojo (Holanda), Cate Campbell (Australia), Aliaksandra Herasimenia (Bielorrusia), Nathan Adrian (Estados Unidos), Florent Manaudou (Francia), Cesar Cielo (Brasil) y James Magnussen (Australia).

El húngaro Daniel Gyurta buscará en Barcelona su tercer oro consecutivo en 200 metros braza. Mientras, el francés Yannick Agnel, una de las sensaciones en Londres, se ha inscrito finalmente en los 200 libres, pese a que en principio solo iba a competir en las pruebas de relevos en este Mundial. Agnel escenificará contra Yang Sun uno de los platos fuertes de un Mundial que añorará a Michael Phelps pero que ofrece suficiente motivos para que la natación siga con la cabeza bien alta fuera del agua.